viernes, julio 15, 2005

MAX HASTINGS, antiguo director del Daily Telegraph:
NO deja de ser una triste ironía que justo cuando conmemorábamos la victoria en la Segunda Guerra Mundial la nación tuviera que llorar a los muertos del 7-J en Londres. Cada generación debe soportar su propio dolor. En algunos sentidos, somos una sociedad más vulnerable que nuestros antepasados de 1939-45, ya que nosotros consideramos que estamos en paz, mientras que nuestros enemigos creen que están en guerra. Pero la escala de la amenaza que supone Al Qaida sigue siendo minúscula en comparación con la que representaba Hitler. Osama bin Laden puede causarnos mucho dolor y sufrimiento, pero cuesta imaginar que él y los suyos puedan amenazar la existencia de un país.
Es verdad, de un país sólo no. A pesar de este primer párrafo no demasiado afortunado, el artículo se arregla a media que transcurren las líneas.