sábado, agosto 20, 2005

ES VERANO y medio país está de vacaciones, pero cuando uno tiene que llenar el espacio de una columna en un periódico que no le da vacaciones ni le envía a Mallorca a cubrir el descanso estival de la familia real de forma supuestamente creativa, salen cosas como este artículo de Juan Cueto sobre los "ego-blogs" de amor:
Si los famosos marcianos verdes que nos observan leyeran los blogs del planeta, y seguramente es lo único que les interesa y divierte en estos momentos, llegarían a la conclusión de que los terrícolas estamos enamorados. O para ponernos más trascendentes a pesar del calendario: cuando los historiadores del futuro analicen los documentos escritos que registra este principio de milenio, y no van a tener más remedio que desempolvar las bitácoras de la web que ahora mismo se producen y circulan masivamente por el globo, porque ya es un dato irrefutable que la Humanidad nunca ha escrito tanto y tan frenéticamente de sí misma, no van a tener más remedio que olvidarse de las bibliotecas y las hemerotecas y rescatar en sus excavaciones arqueológicas todos los discos duros de los ordenadores portátiles para desempolvar los miles de millones de ego-documentos (los eruditos de la historiografía lo pronuncian así) escritos en todas las lenguas del planeta.
Seguid leyendo si os quedan ganas... incluida este intento de sopapo a los blogs políticos, que sería casi ininteligible si no fuera porque es tan transparente colocando la diana:
Los ego-blogs amorosos todavía no son en este país una mayoría, como ocurre masivamente por ahí fuera, y las bitácoras caseras más renombradas trabajan full-time ese pelmazo discurso bipartidista, generalmente feroz, insultante y maniqueo, que por estadística comprobada son un remake del inconfundible tonillo Cope, y que sólo saben escribir en pantalla esas dos clases de grafittis murales que estudia Millán, el no y la contra, pero obsesivamente politiqueros.
Y encima dice lo que no quiere decir: afirmar que la Cope es bipartidista. ¿No habíamos quedado que son unos fachorros irredentos y sectarios, Cueto?

A Juanlu, que es quien me ha enviado el enlace, el artículo no le ha gustado demasiado, y eso que está en su períodico de cabecera. Cree que se nota que está escrito un poco deprisa; lo que está, Juanlu, es escrito un poco con los pies...