lunes, octubre 31, 2005

¿HASTA QUÉ PUNTO era Valerie Plame una agente encubierta de la CIA? A estas alturas ya está claro que, o nada en absoluto, o muy poco de manera que su 'desenmascaramiento' no tiene carácter delictivo bajo la Intelligence Identities Protection Act, que en definitiva es lo que cuenta.

No sólo por el hecho, que ya comenté, de que el fiscal Fitzgerald no hubiese presentado cargos contra nadie por ese delito, cuando presumiblemente sabe de quién se trata por Robert Novak (el periodista que desencadenó el follón y que ha prestado declaración, se supone que revelando el nombre de su fuente de otro modo estaría en la cárcel como lo estuvo Judith Miller).

Y si os queda alguna duda, Tom Maguire las despeja.

ACTUALIZACIÓN. Glenn Reynolds también enlaza con Tom, y añade unas cuantas observaciones que tampoco os tenéis que perder.