COMPARAD ESTOS DOS ARTÍCULOS publicados en La Vanguardia el mismo día, anteayer miércoles:
Los occidentales han dado respuestas variadas a ofensiva fundamentalista contra las caricaturas de Mahoma publicadas en el Jyllands Posten.Mientras algunos se han mantenido fieles a la convicción de que en el mundo democrático la libertad incluye el derecho a burlarse de los dioses y santos del olimpo, otros han optado por no reproducir las viñetas "para no ofender a los musulmanes". ¿Y a los que no somos musulmanes por qué nos las escatiman también, si son la información básica? Alo largo de los siglos, los habitantes de los países tradicionalmente cristianos hemos librado batallas de todo tipo para poner a la religión en su lugar y hacer entender a sus mandamases que las creencias son algo privado y que no deben inmiscuirse en la cosa pública. En los países musulmanes aún tienen que dar ese paso, pero nosotros no tenemos por qué pagar su encastillamiento. Muchos aún recordamos cuando, hace apenas treinta y pico años, estaban prohibidas tanto las caricaturas de Franco como las de Dios - Padre, Hijo o Espíritu Santo-, o sea, que ya sabemos qué son las dictaduras.
[...] Para mí, desde que empezó este lío, la pregunta que no obtiene respuesta es: ¿cómo saben que se trata realmente de la caricatura de Mahoma? Que sobre las caricaturas ponga ese nombre significa poco, porque los caricaturistas son gente dada a la broma y los cambalaches, e igual te dibujan a Mariano Rajoy con la cara de José María Aznar que a la Virgen de Montserrat con la de Ronaldinho. Por eso, si - prohibidas todas las imágenes de Mahoma por la religión musulmana- sus adeptos nunca han visto ninguna, ¿cómo saben que efectivamente se trata de él? ¿Cómo son capaces de reconocerlo?
Quim MonzóY, ahora, este otro:
Hay libertad en nuestra cultura para ofender los sentimientos y creencias más íntimos. Pero los ofendidos tienen todo el derecho para expresar su desacuerdo. Mientras lo hagan pacíficamente están dentro de las reglas de juego. Pero si por un dibujo publicado en el mes de septiembre se queman embajadas y se retiran embajadores respondiendo con el odio y no con la ironía, alguna línea infranqueable se habrá cruzado. Una cosa es la libertad de expresión y otra es la responsabilidad, el respeto y el sentido común.
[...] Todo está permitido pero no todo es tolerable cuando se penetra en el territorio de las creencias, cuando se incita al odio o a la ira descontrolada.
Lluís Foix"Algo habrá hecho", es lo que viene a decir. ¿Tenemos que plegarnos ante esa ira descontrolada sólo por el hecho de que se produzca, sin entrar a considerar si tiene justificación? Si un día de estos ciertos elementos dicen que en Occidente no podemos vestir de verde porque ese es el color que se reservan para ellos, y que les incita a una ira descontrolada ver cómo nosotros lo llevamos ajenos a lo que ello significa, ¿también habremos "cruzado alguna línea infranqueable, Foix? ¿por qué, como decía tan bien Jeff Jacoby el otro día, cada vez que nos comemos un filete de ternera no sólo estamos 'ofendiendo' a un dios hindú sino que lo estamos literalmente matando, descuartizando, cocinando, masticando, digiriendo y finalmente evacuando, y sin embargo no han ardido embajadas occidentales en India por ello?
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