CON LO RÁPIDOS que suelen ser los medios de comunicación españoles cuando se destapa el más mínimo escándalo en la podrida política yanqui, es curioso que un asunto que lleva días en primera página de la prensa de allí -un congresista pillado en video cobrando sobornos y que escondía 90.000 dólares que había "trincado" entre los paquetes de langostinos Pesacanova en el congelador de casa, y cuya oficina fue registrada por el FBI, algo inédito hasta ahora- no haya merecido ni una sola información en la prensa española. A pesar de que hace cinco días tienen, por lo menos, una nota de Europa Press.
Es curioso pero no sorprendente. ¿Adivináis por qué? Bingo: porque William Jefferson, que así se llama el angelito, es un congresista del partido Demócrata, es decir, de los buenos. Hay que hurtar a los lectores / espectadores / radiooyentes esta noticia porque de otro modo no se podría mantener el edificio construido a base de la idea de Bú y los suyos son una pandilla de corruptos. El que lo hagan a base de dejar su honestidad informativa hecha jirones no es demasiado importante: al fin y al cabo es difícil que nadie les ponga en evidencia.
De todos modos, no tardaréis en saber algo del tema, tan pronto como aquí se empiece a sacar punta al hecho de que que congresistas de ambos partidos se han unido para protestar contra ese flagrante ataque a la independencia del poder legislativo. Habráse visto ese fascista Bush, cuya policía represiva se dedica a perseguir a diputados que, como todo el mundo sabe, están por encima del bien y del mal. Hasta cuando ponen la mano.
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