jueves, agosto 10, 2006

MARTÍN PRIETO:
En un parlamento apenas legible sostuvo el presidente que la respuesta israelí a las agresiones del Partido de Dios debía ser proporcionada o equitativa; algo así como un muerto de Hizbulá por cada muerto israelí. ZP rescata así la Ley del Talión, que fue progresista en sus tiempos porque evitaba que toda una tribu fuese asesinada por albergar a un solo criminal. Ojo por ojo, diente por diente. Aquello fue superado por las agresiones militares modernas y ya sólo es pasto de etnólogos. Después de una insólita visita de Moratinos a Damasco, que es la ubre de que se amamanta Hizbulá, la vicepresidenta nos ha comunicado, desde sus soledades andinas, que España está liderando un camino de paz para este conflicto. Sí, y ella es Condolezza. A nuestra doña le habrá afectado el soroche, el apunamiento, el mal de las alturas y se ha pasado de té de coca. Con tan deterioradas relaciones con Estados Unidos e Israel, España no tiene nada que liderar pese al hocico de nuestros políticos.
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