lunes, febrero 05, 2007

EN ARABIA SAUDÍ, el terrorismo islámico es visto con cierta benevolencia y es raramente castigado. Lo que no escapa a las autoridades religiosas del país es un crimen horrendo, bestial: acudir a una fiesta en la que se bebe alcohol y en la que -horror da sólo de pensarlo- hombres y mujeres bailaban juntos.



Tan terrible es que han tenido que castigar a varios de esos depravados con 20 latigazos.