MIENTRAS TODO EL MUNDO acusa a la Casa Blanca de haber cometido un delito gravísimo por desvelar la identidad una agente encubierta de la CIA, Valerie Plame (que era agente de la CIA, sí, pero no encubierta: la ley indica que sólo lo es quien ha estado destinado en una misión en el extranjero dentro de los últimos cinco años, lo que no era el caso de Plame), el diario Los Angeles Times identifica a tres agentes de la CIA (los pilotos de los vuelos secretos) y se queda tan campante. Igual que se quedan todos los que están pidiendo la cabeza de Cheney y Karl Rove.
Y no, el hecho de que hayan cometido supuestamente un delito en el extranjero no es relevante, porque la Intelligence Identities Protection Act no lo contempla como excepción. ¿Cuántos pedirán ahora la cabeza de los periodistas y del editor del diario? Nadie, por supuesto: lo que harán es decir que cualquiera que la pida está atacando la libertad de prensa.
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