ESTÁ CLARO que no somos los únicos en preocuparnos de las anécdotas de los políticos en lugar de fijarnos en las categorías. Aunque posiblemente no nos gane nadie, la verdad es que ocurre en todos lados. Si aquí Zapatero no sabe el precio de un café, en EEUU resulta que todo el mundo habla de que Rudy Giuliani no sabe lo que cuesta una barra de pan. Y así nos van las cosas.
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