domingo, abril 08, 2007

ROSA MONTERO:
La oscarizada película alemana La vida de los otros, del principiante Florian Henkel-Donnersmerck, debería ser proyectada en los colegios. Es una obra maravillosa capaz de reflejar el horror de una dictadura totalitaria, en este caso la de la República Democrática Alemana. Y ese horror está explicado sin excesos, sin torturas, sin recurrir a los trazos gruesos, con la mera exposición de la perversión del sistema, de la absoluta falta de libertad. Con el agravante de que todo eso, toda esa aberración social y esa pena negra, se enmascaraba bajo un mentiroso manto de bellísimas palabras e intenciones, bajo la excusa de la revolución, del bienestar de los pobres y de la justicia. El totalitarismo de izquierdas es una repugnante enfermedad moral. El de derechas también, naturalmente, pero eso es algo mundialmente admitido: nadie discute el carácter patológico del nazismo. Y, sin embargo, ¡cuántos izquierdistas siguen añorando, disculpando y mitificando los infiernos de las dictaduras populares!

El perfecto ejemplo de esta ofuscación ética es el caso de Cuba.
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