PILAR RAHOLA:
Dejando a Franco bajo la losa, lo cierto es que la concepción ideológica a la contra, resulta cómoda en los planteamientos que obligarían a una complejidad intelectual que no se da en estos tiempos de pensamiento fast food. Y así vemos cómo muchos conflictos se miden en función de las lentes antiamericanas y antiisraelíes que marcan la mirada de la izquierda auténtica. Contra EEUU viven tan bien estos solidarios de pacotilla, que solo les preocupan los conflictos donde las barras y estrellas o la estrella de David ondean al viento. Y así, se mueren a miles en Darfur, porque no interesan los asesinatos del fundamentalismo del Sudán. O el horror de las mujeres oprimidas del islam. O las guerras del África olvidada.
Ahora vuelve el horror al Líbano, y las noticias explican, con sorprendente delicadeza, los movimientos del Ejército libanés. Soy de los que están encantados de que el Líbano acabe con el santuario terrorista financiado por Siria e Irán. Pero me llama la atención que esa delicadeza no se diera cuando Israel entró en el Líbano para lo mismo: acabar con un Hizbulá armado hasta los dientes, que amenazaba su integridad.
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