lunes, septiembre 24, 2007

MÀRIUS CAROL sigue en la edad del pavo (requiere suscripción):
Leyendo la noticia viene a la mente aquel otro pavo de plástico con el que se fotografió Georges Bush el día de Acción de Gracias, hace tres años en las afueras de Bagdad. Aquel animal de pega era casi tan inofensivo como el velocirraptor, pero de nuevo un guionista tuvo una ocurrencia. Ignoro si era el mismo guionista al que se le ocurrió lo de las armas de destrucción masiva en Iraq. Entonces, la tomadura de pelo a la comunidad internacional no fue, desde luego, moco de pavo.
Es la memez que no cesa: todo viene de este artículo que entonces publicó el Washington Post, que decía exactamente:
Officials said they did not know the turkey would be there or that Bush would pick it up. A contractor had roasted and primped the turkey to adorn the buffet line, while the 600 soldiers were served from cafeteria-style steam trays, the officials said.
(las negritas son mías)

Es decir, era un pavo real, rustido y todo como los demás, sólo que en grandes banquetes se suele servir ya trinchado, dejando un par o tres enteros de adorno. Pero estos son exactamente iguales que los que se zampan.

Por supuesto, los grandes medios de comunicación estadounidenses rectificaron en los días siguientes (como los diarios archivan las fes de errores -supongo que para no hacer durar el bochorno mas de lo imprescindible- los dos enlaces anteriores son de sendas búsquedas en Google de los blogs que trataron el asunto entonces, pero cualquiera con acceso a los diarios puede comprobarlo).

Mientras tanto, los periódicos de medio pelo, con analistas de andar por casa, siguen haciendo gracietas de patio de colegio creyendo ser ingeniosos. Aunque con ello tiren su credibilidad por la ventana.