VIVAN LAS MEDIDAS de estímulo de la economía de Obama, esos miles de millones de dólares que el gobierno ha estado insuflando en la economía para salvar a grandes empresas de quiebras ignominiosas. En un artículo, el New York Times describe cómo la cultura del brunch del fin de semana está más vibrante que nunca, con botellas de champagne de cientos, miles de dólares corriendo como el agua. Lo cual, en principio, no está ni mal ni bien; allá cada cual y cómo decida gastar su dinero. ¿Su dinero? Bueno, al final se desliza esta perla:
As for how he and his fellow Wall Streeters could still afford such afternoons, he said: “We all made so much money in the past five years, it doesn’t matter.”
A 29-year-old man who works for a large investment management firm and was at Bagatelle’s brunch one recent Saturday and at Merkato 55’s the next, put it another way: “If you’d asked me in October, I’d say it’d be a different situation, and I don’t think I’d be here. Then the government gave us $10 billion.”
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