HAY POCO MARGEN para escribir algo todavía más ridículo que lo que publica hoy Magda Soler, la defensora del lector de La Vanguardia:
Para celebrar el último fin de semana de julio, cambiaría gustosa este artículo por una viñeta: den rienda suelta a su imaginación y vean una mujer joven y elegante, digamos que con un cierto parecido a mí, sentada a la orilla del mar y construyendo un castillo con un cubo y una pala. ¡Llegan las vacaciones, YUUUUJUUUU!Qué falta de pudor.
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