VAYA, QUÉ OPORTUNO: justo cuando se empiezan a repartir las bombillas de Sebastián se conoce que varias firmas que llevan tiempo investigando han conseguido que la mala malísima bombilla incandescente sea tan eficiente como las CFL de bajo consumo. Y desde luego no hay color: la luz fría que dan las bombillas de bajo consumo es horrible. Aunque para alegrarnos primero tendrán que levantar la prohibición inminente de vender incandescentes, y conociendo la aversión del gobierno a la evidencia empírica (hola, Garoña) eso parece difícil. Claro que siempre quedará el contrabando...
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