lunes, agosto 24, 2009

FALTA UN PEQUEÑO DETALLE:
Barack Obama ha creado un equipo de élite de interrogadores cuya función será interpelar a los sospechosos más peligrosos de haber participado en actos de terrorismo, según confirmó este lunes la Casa Blanca. El nacimiento de este grupo supone un nuevo e importante giro en la política del servicio de espionaje de EE UU, ya que estará conformado por agentes de diversas agencias de seguridad y cuerpos policiales; dependerá directamente de la presidencia -a través del Consejo de Seguridad Nacional- y estará localizado en las oficinas del FBI en Washington; apartando a la CIA del centro neurálgico desde el que se organizan y procesan los interrogatorios.
Sí, y también se aparta al Congreso y al Senado: a diferencia de la Casa Blanca, la CIA está sometida a la supervisión y control directo por el poder legislativo (recordad, por ejemplo, las comisiones del Senado ante las que tiene que presentarse el director de la CIA y responder preguntas muy duras). Es un paso más de Obama para concentrar el poder de tal manera que sería despótico si lo estuviese haciendo Bush. Y algo que le está enfrentando a los servicios de inteligencia: hoy mismo ha trascendido la posible dimisión de Leon Panetta, el director de la CIA, por esta decisión de Obama y por el anuncio de que se iba a investigar los métodos de interrogatorio a detenidos por la Agencia. Muy prudente, ponerse a los servicios de inteligencia en contra, sí. Como no hay amenazas de seguridad...