lunes, septiembre 07, 2009

CARLOS BOYERO, EL PELICULERO no se deja ni uno de los tópicos memos:
Después de haber metido el dedo en la llaga sobre diversos y pavorosos cánceres que asuelan la realidad de Estados Unidos, como la libertad y la afición de sus ciudadanos a tener acceso a todo tipo de armas, la certeza de que si eres pobre y te pones enfermo la vas a palmar seguro o el lamentable poder institucional de ese siniestro George Bush que favoreció hasta límites aberrantes a las grandes corporaciones y se inventó con motivos falsos una guerra que sólo buscaba el negocio del petróleo, era inevitable que el espectacular y corrosivo documentalista Michael Moore, esa temida mosca cojonera, se ocupara del sórdido crash económico que se ha cebado con su país y de rebote con el resto del universo.

Ha titulado su inaplazable ajuste de cuentas Capitalism: a love story, y en él consigue que te rías con su brillante sarcasmo sobre los tiburones financieros, pero también aterrorizarte al comprobar de lo que son éstos capaces para beneficiarse y mantener el intolerable estado de las cosas.
Sí, por ejemplo, son capaces de pedir de 2000 dólares para arriba por entrevista...