EL DÍA 18 DE MAYO DE 2008,un tal Víctor H. escribía al consultorio laboral del suplemento Dinero de La Vanguardia:
Trabajo en las oficinas de Barcelona de una multinacional farmacéutica y desde hace unos meses ha entrado un nuevo jefe de producto en la central que programa reuniones a primera hora de la mañana del lunes y a las que me toca ir al menos una vez al mes.Hoy, un tal J.G. escribe a la sección "Carreras y capital humano" del suplemento Negocios de El País (no está disponible online):
Con nuestras conexiones aéreas, para poder llegar puntual tengo que salir el domingo, a veces a media tarde. Y lo considero un abuso. Se lo he comentado a mis responsables de España, por el momento sin éxito. Me estoy planteando intentar cambiar de departamento o incluso dejar la empresa.
Tengo 32 años y hace dos que trabajo en las oficinas de Barcelona de una multinacional farmacéutica. Desde hace unos meses ha entrado un nuevo jefe de marketing en la central que programa reuniones a primera hora de la mañana del lunes y a las que me toca ir al menos una vez al mes.En algún lugar, Copy&Paste está sonriendo y pensando, ¿porqué lo han hecho también con algo tan trivial?
Con nuestras conexiones aéreas, para poder llegar puntual tengo que salir el domingo, a veces a media tarde. Y lo considero un abuso. Se lo he comentado a mis responsables de España, por el momento sin éxito. Me estoy planteando intentar cambiar de departamento o incluso dejar la empresa. ¿Qué sería recomendable hacer en mi caso?
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