PEDRO UGARTE (sí, en El País Quientehavistoyquienteve, alias loquescuecelatedeté):
A principios de esta semana, el consejero de Economía, Carlos Aguirre, declaró públicamente que habría que tocar determinados impuestos. No precisó la modalidad de acometida (pellizco, magreo u otras), pero sí dijo tocar. Claro que, frente a este tocamiento metafórico, ha hecho aún más fortuna una expresión aún más infortunada: la petición. En efecto, la crisis económica coloca a nuestro alrededor, en términos retóricos, una recua de pedigüeños: el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, pedía "dinero para poder después gastar"; pocos días antes, el presidente Rodríguez Zapatero pedía "un pequeño esfuerzo", y pocos días después lo que pedía la ministra Salgado era "un esfuerzo adicional".Seguid leyendo.
El ejercicio del eufemismo, en política, cuenta con larga tradición. Es perdonable y suele ser, de hecho, perdonado, pero sólo hasta cierto punto.
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