A VER SI esta parte del sumario Gürtel que ha dejado de ser secreta recibe la misma atención:
El responsable de la constructora Teconsa, José Luis Martínez Parra, aseguró al cabecilla de la trama 'Gürtel', Francisco Correa, que había visitado el Palacio de la Moncloa para pedir ayuda y que le iban a "echar una mano". Correa le respondió entonces que ese "tipo de gente" ayuda "más que los de la derecha". Así se desprende de una conversación que ambos mantuvieron el 25 de diciembre de 2008 y que figura en la parte del sumario del 'caso Gürtel' que ha dejado de estar bajo secreto. En esa charla, Correa confesó al constructor que estaba en "un lío importante" y "gordo" porque le habían imputado y "todo" su "tinglado" y sus sociedades estaban en la Fiscalía Anticorrupción.Por lo visto hoy la cosa va de datos que hay que saborear...
ACTUALIZACIÓN. O esta:
José Luis Rodríguez Zapatero dio instrucciones a varios de sus ministros en 2006 para que favorecieran al constructor leonés José Luis Ulibarri, uno de los empresarios imputados en el caso Gürtel, con contratos y adjudicaciones de obras públicas. El presidente del Gobierno, que el pasado año arropó con su presencia a Ulibarri en el acto de celebración del aniversario de una de sus empresas, encargó la tarea a su asesora personal en La Moncloa, Angélica Rubio, una de las consejeras más cercanas a Zapatero, según han asegurado a El Confidencial fuentes socialistas de toda solvencia.
Sin embargo, el estallido del escándalo de corrupción vinculado al PP, el pasado mes de febrero, quebró abruptamente las excelentes relaciones que hasta ese momento habían mantenido ambos personajes. Ulibarri perdió el favor de Zapatero porque éste, según las fuentes consultadas, temía que su buena sintonía con el empresario fuese utilizada por la oposición en su contra, como efectivamente ocurrió: el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, exhibió en un debate parlamentario, pocos días después de que el caso Gürtel saltara a los medios de comunicación, una fotografía en la que el presidente del Gobierno saludaba afectuosamente a Ulibarri. Y abandonada por el Gobierno -y por los bancos-, su constructora entró en barrena.
[...] A lo largo de 2006, Rubio cumplió el encargo de Zapatero y presionó a varios ministerios en favor de Ulibarri, siempre de forma discreta y a través, generalmente, de los jefes de gabinete de cada uno de los ministros. La asesora del presidente del Gobierno, lejos de andarse con rodeos, solía ir directamente al grano: "Convendría dar un buen trato a las empresas del Grupo Begar", dijo en más de una ocasión a sus sorprendidos interlocutores. Y éstos, conscientes de que el mensaje venía "de muy arriba", según las fuentes consultadas, lo interpretaron no como una sugerencia, sino como una orden.
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