A QUIENES DICEN que tras la reforma sanitaria -descafeinada, pero reforma- aprobada anoche los Estados Unidos tienen por fin un sistema mejor, parecido al europeo, ¿no se les ocurre qué pasa en Europa para que cualquiera que se lo puede permitir salga corriendo a contratar una mutua privada? Si tan bueno es el sistema, ¿por qué todo el que puede evita acudir a la sanidad pública salvo que no le quede más remedio?
El sistema europeo (sanidad pública universal) puede sonar fantástico en la teoría, pero en la práctica es elefantiásicamente ineficiente, caro (no se paga directamente por el usuario, pero no es gratis: el coste se cubre con cotizaciones e impuestos), con listas de espera de meses y problemas graves de funcionamiento (por ejemplo, tasas de muerte por infecciones hospitalarias altísimas), cosas impensables en la tierra del Tío Sam.
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