SOLUCIONAR problemas presupuestarios subiendo impuestos es como intentar solventar los problemas económicos de una empresa aumentando los precios. "Si vendo 100.000 unidades al año y cobro 10 euros más, facturaré 1 millón más y evitaré la bancarrota", piensan los gestores incompetentes que no tienen en cuenta que, con los precios más altos, perderán clientes.

Hay una diferencia, por supuesto: que los clientes de esa empresa se pueden ir a la competencia, mientras que a los "clientes" del estado les es imposible decantarse por alternativas. Pero incluso así, se produce una contracción de la actividad económica como resultado de la subida de impuestos. Y además hay algo que no se puede considerar propiamente alternativa por ser ilegal pero que en el fondo sí lo es: el fraude fiscal.

Ya dijo Churchill aquello de que el que una nacion intente prosperar a base de impuestos es como si un hombre, de pie dentro de un cubo, tratara de levantarse tirando del asa hacia arriba.