sábado, julio 31, 2010

JULIAN ASSANGE probablemente no vuelva a dormir tranquilo nunca más, y le estará bien empleado. Después de que Wikileaks publicara los documentos filtrados de la guerra de Afganistán que incluyen todos los detalles sobre centenares de afganos que estuvieron colaborando con la coalición internacional, identificados con nombres y apellidos, los talibán han anunciado que van a ir a su caza, y a la de sus familias y amigos.

El espectro de cada uno que caiga perseguirá al niño bonito de la libertad de información bla bla bla en sus pesadillas que, si el mundo fuera justo, serían constantes y sin final.