[Actualizado] LA GENERALITAT aprobará próximamente un decreto exigiendo a los profesores universitarios que sepan catalán si desean ejercer la docencia. Tres preguntas:
- ¿se sorprenderán dentro de un tiempo que hayan menos profesores visitantes, no sólo de otras zonas de España, sino también del extranjero?
- ¿creen que eso ayudará a las universidades catalanas a escalar posiciones en los ránkings internacionales de excelencia, en los que se hallan hundidas en posiciones más que preocupantes?
- falta muy poco tiempo para que el número de años que duró el régimen franquista (36 años) sea el mismo que el transcurrido desde la restauración de la Generalitat (31 años ahora). Dentro de un lustro, ¿seguiremos justificando políticas lingüísticas en el período oscuro en que el catalán estuvo, o bien proscrito de la esfera pública, o bien -en los últimos años- relegado a un segundo plano?
No se trata de obligar a profesores a dictar clases, ni a conocer, el catalán, o el castellano, o ningún otro idioma. Por mí como si viene alguno hablando suahili: el problema sería sólo suyo para hacerse entender y para atraer un suficiente número de alumnos que supiesen lo que dice. Y el de la universidad que lo contrate para saber si compensa lo que le paga.
ACTUALIZACIÓN. Leo al día siguiente en El País:
- ¿se sorprenderán dentro de un tiempo que hayan menos profesores visitantes, no sólo de otras zonas de España, sino también del extranjero?
- ¿creen que eso ayudará a las universidades catalanas a escalar posiciones en los ránkings internacionales de excelencia, en los que se hallan hundidas en posiciones más que preocupantes?
- falta muy poco tiempo para que el número de años que duró el régimen franquista (36 años) sea el mismo que el transcurrido desde la restauración de la Generalitat (31 años ahora). Dentro de un lustro, ¿seguiremos justificando políticas lingüísticas en el período oscuro en que el catalán estuvo, o bien proscrito de la esfera pública, o bien -en los últimos años- relegado a un segundo plano?
No se trata de obligar a profesores a dictar clases, ni a conocer, el catalán, o el castellano, o ningún otro idioma. Por mí como si viene alguno hablando suahili: el problema sería sólo suyo para hacerse entender y para atraer un suficiente número de alumnos que supiesen lo que dice. Y el de la universidad que lo contrate para saber si compensa lo que le paga.
ACTUALIZACIÓN. Leo al día siguiente en El País:
En esencia, la exigencia solo afectará a los nuevos profesores fijos -sean funcionarios o personal laboral- y a los temporales que encadenan contratos, como los asociados, lectores o ayudantes. Habrá un plazo para obtener el nivel C de catalán, que no ha sido concretado, pero será amplio; en todo caso, muy superior a seis meses, dijeron ayer fuentes de la Generalitat, lo que en la práctica equivale a, al menos, un curso.La exigencia del nivel C de catalán -un grado alto, ya que la escala va del A al D- no afectará a los actuales profesores fijos. Tampoco a los visitantes ni a los honorarios y eméritos, según el consejero de Universidades, Josep Huguet. Las universidades también podrán hacer excepciones.Vale, si no fuera porque poco más abajo hay esto:
Por otra parte, el decreto en ciernes fijará que también deben acreditar el conocimiento de castellano los profesores extranjeros que opten a dar clases.Cuando se aclaren, que me avisen.
¿Perjudicará la exigencia del catalán a captar docentes de otras comunidades autónomas y de extranjeros? El consejero de Universidades dice que no. Y para argumentarlo recalcó, por un lado, que quedarán exentos de acreditar el nivel C de catalán los profesores visitantes españoles y extranjeros y que se darán plazos amplios para que los docentes que ya están en la universidad puedan seguir en ella y tener tiempo para lograr el nivel C de catalán. Las Universidades ya realizan cursos para este fin, que ahora, previsiblemente, crecerán en alumnos.
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