[Actualizado 2 veces] ME VÁIS A PERDONAR si no me emociono demasiado con el comunicado de ETA anunciando muy calculadamente el fin de las "acciones armadas ofensivas". Más que nada porque están anunciando el fin de algo que, en su lógica perversa, jamás han hecho. Ellos nunca han atacado, sino que se han defendido de la "estrategia salvaje de negación y aniquilación del Pueblo Vasco", en palabras del comunicado.
Ojalá me equivoque, pero todo esto no me parece más que papel mojado destinado a dar cobertura a cosas que en otras circunstancias todo el mundo vería inaceptables.
ACTUALIZACIÓN. Nacho Escolar cree que es poco:
ACTUALIZACIÓN II. Más, por Jorge Galindo.
Ojalá me equivoque, pero todo esto no me parece más que papel mojado destinado a dar cobertura a cosas que en otras circunstancias todo el mundo vería inaceptables.
ACTUALIZACIÓN. Nacho Escolar cree que es poco:
A esta hora no hay, de momento, respuesta del Gobierno, pero me extrañaría que fuesen unas declaraciones muy optimistas. Es posible, eso sí, que tras este primer comunicado lleguen otros, y el camino definitivo hacia el fin de ETA empiece aquí; la de hoy, aunque pequeña, es una noticia positiva. Pero después de la T4, después de los pelos en la gatera que se dejó Zapatero por intentarlo, no basta sólo con un gesto así para volver otra vez a las negociaciones de paz. Aunque quisiera, el Gobierno no tiene margen de maniobra para reabrir el proceso de paz sólo con este comunicado. Si ETA quiere de verdad una solución democrática para el País Vasco, tiene que abandonar de una vez y para siempre lo más antidemocrático que existe: las pistolas.Estoy viendo en Twitter que la reacción está siendo cuando menos escéptica hacia la banda de asesinos, tanto en usuarios de derecha como de izquierda. Vamos, que no cuela. Sin embargo me temo que, una vez se ponga la maquinaria propagandística en marcha, muchos cambiarán al darse cuenta de que si lo hacen bien Zapatero puede salir muy reforzado. En esto también espero equivocarme: el tema es demasiado serio.
ACTUALIZACIÓN II. Más, por Jorge Galindo.
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