jueves, febrero 03, 2011

HAY OCASIONES en que uno tiene una buena experiencia con una empresa y es difícil resistirse a contarla. Me acaba de ocurrir; ayer por la tarde, estaba buscando por internet una batería para mi móvil, que la pobre está para jubilar. Me topé con esta empresa de Madrid y, tras investigar un poco para ver que no hubiesen quejas en su contra, decidí comprarla ahí. Pasé el pedido a las 8 de la tarde; a los dos minutos --de reloj-- recibí una llamada confirmándome el pedido, diciéndome que la de marca estaba agotada pero que si me interesaba me ofrecían una de marca blanca que va igual de bien y es más barata. Dije que adelante, y cinco minutos después --también de reloj-- tenía el abono por la diferencia en la Visa, un email confirmando el pedido por escrito, y otro dándome los detalles del envío por courier, que iba a salir ayer mismo. Hace 10 minutos, es decir 16 horas después del pedido, me lo acaban de entregar.

Por supuesto ni esto es un post publicitario, ni ellos me han pedido que lo escriba (eso si les consta este blog). Simplemente me gusta felicitar públicamente a las empresas que hacen las cosas particularmente bien, sobre todo cuando el nivel de servicio de la mayoría deja tanto que desear...