LUEGO SE SORPRENDERÁN de que nadie crea una palabra de lo que dicen:
La letra pequeña de las cuentas públicas contiene sorpresas. La primera, que el ajuste en el gasto en el conjunto de las administraciones públicas es algo así como una ilusión presupuestaria. El gasto corriente no sólo no decrece, sino que sigue aumentando. La segunda, que el cacareado recorte de los salarios públicos -un 5% como media- apenas ha servido para contener el gasto en esta partida: tan sólo 1.126 millones de euros de un presupuesto total destinado a remuneración de los asalariados que asciende a 124.038 millones de euros. Y la tercera, que las subvenciones públicas lejos de descender continúan creciendo. En concreto, hasta los 11.999 millones de euros.Menos mal que íbamos a ser austeros...
Los datos aparecen en el informe más reciente que ha hecho la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) sobre el cierre del ejercicio pasado.
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