domingo, abril 24, 2011

¡A REBELARSE TOCAN!
Circula de mano en mano el opúsculo ese ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel, que plantea la original idea de reclamar a los jóvenes que hagan el favor de rebelarse. El europapanatismo tiene un nuevo catecismo a medida: corto, barato e inútil. Con el viejo truco de señalar al malo indiscutible –los mercados financieros–, Hessel no ofrece otra alternativa para acabar con estos hijos de la Gran Bretaña que una protesta juvenil... Siempre hay motivos para protestar, pero la protesta no es un mérito en sí mismo. No todos los que protestan tienen razón, ni todas las rebeliones abanderan causas nobles. Y además hay mucho rebelde impostor con menos causa que James Dean.