COMIENZA LA CAZA DE BRUJAS:

La masacre realizada por Anders Breivik el viernes pasado ha dado lugar durante los últimos días a un auténtico éxtasis ultraizquierdista que parece recorrer Europa de punta a cabo. Desde la censura hasta la persecución del disidente, se mezclan todo tipo de argumentos, a cual más peregrino, que nos pretenden prevenir de la supuesta amenaza ultraderechista en toda Europa.

Como bien dice -aunque con lenguaje bastante crudo- el autor del post, nadie advirtió el peligro para la democracia que suponía la izquierda cuando fueron asesinados Pim Fortuyn o Theo Van Gogh. Hubiese sido injusto, como lo es ahora. Tampoco os perdáis las florituras exculpatorias y suavizantes que escribían algunos, como el agitativo Fernando Berlín, cuando creían -como casi todos en las primeras horas- en la autoría islamista de la matanza en Noruega.

Yo personalmente sólo aceptaré como intelectualmente honesto (errado, pero intelectualmente honesto) a quienes culpen como inspiradores de Breivik a todos aquellos que han estado difundiendo ideas en las que se ha inspirado cuando no sean los mismos que berrean cuando alguien se atreve a recordar los vínculos cuando menos ideológicos entre los muchachos de Bildu y ETA e insisten en que no se les puede criminalizar.