UN PSIQUIÁTRICO, y no un referendum, es lo que necesita España, dice Alberto Artero:
Nos hemos vuelto locos. Definitivamente. Los medios de comunicación los primeros. El modo en el que se ha abrazado a las teóricas maravillas del techo constitucional de gasto al calor del texto propuesto pone los pelos de punta. Más allá de la necesidad de la medida, la única bondad formal cierta que el tontolhaba de McCoy puede encontrar al mismo es la capacidad de los dos grandes partidos políticos de ponerse de acuerdo por fin en un tema sustancial. Desgraciadamente, ha tenido que empezar a desprender olor el cadáver del zapaterismo, y ser insoportable la presión de los “socios” europeos, para que así fuera. Todo lo demás, incluida la redacción preliminar, es un brindis al sol de enorme fanfarria legal y escasa sustancia real. Para este viaje, no hacían falta tan leguleyas alforjas.
Pulsad el enlace para saber por qué.
<< Home