HAY DÍAS en los que uno deja de respetar a alguien a quien se tenía una cierta consideración. Eso me ha ocurrido con Moisés Naím, que viene a decir hoy que el Tea Party es tan peligroso como al-Qaeda.
Estoy esperando a que me aclare --se lo he preguntado por Twitter-- su afirmación de que "Hace poco, los líderes del Tea Party estuvieron a punto de producir una catástrofe en la economía mundial"; seguro que en su peculiar línea espaciotemporal, Naím cree que un grupo que nació para oponerse a la solución adoptada a un problema --equivocadamente o no, eso es otra cuestión-- es responsable de que haya ocurrido ese problema.
Me recuerda a quienes dicen que el 11-S fue la respuesta legítima a la guerra de Iraq. Que no, no me lo invento, hay mucha gente que piensa así, sobre todo los que andan escondiéndose, temerosos, de los Illuminati. Hace poco estaba escuchando, insomne, un debate de madrugada en Punto Radio en el que decían que el 11-S fue lo que hicieron los Illuminati con el fin de derrocar a Bush por haber metido el país en una guerra que acababa con los pingües negocios que tenían en el país dirigido por Saddam Hussein. Y les salió bien, decían los sesudos analistas; Bush acabó perdiendo las elecciones. Por lo visto que renovara el mandato en 2004, y que no se pudiese presentar en el 2008 porque había agotado el máximo de dos mandatos, no hacía trastablillar la teoría...
ACTUALIZACIÓN. Me comenta Daniel Rodríguez Herrera que Naím parece estar refiriéndose a las negociaciones sobre el techo de deuda. Claro, pero eso seguiría siendo una respuesta / reacción del Tea Party a un problema que no han creado ellos. Puede decirse que su postura es equivocada, que la solución que ellos aportan es peor, pero no que han producido la catástrofe. Y por otro lado, no cambia la marrullería de decir que son tan peligrosos como al-Qaeda que, leído en el día en que se conmemora la muerte de 3000 personas por esos salvajes, es especialmente doloroso.
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