viernes, septiembre 16, 2011

JESÚS ENCINAR:
No suelo molestarme mucho en hablar de impuestos, no soy ningún experto, no hago planificación fiscal, no me apunto a ninguna desgravación, no tengo nada en ningún paraíso fiscal. Simplemente pago mis impuestos cada año. Mi gestoría prepara la declaración y me dicen lo que sale. Creo que los impuestos son una buena herramienta del Estado para la redistribución de la renta y estoy totalmente de acuerdo que los que más tienen paguen más.
Precisamente por eso me preocupa que el gobierno vaya a imponer de nuevo el impuesto de Patrimonio porque es un impuesto suicida. Hará que el Estado recaude aún menos y perjudicará a los más desfavorecidos.
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ACTUALIZACIÓN. Más:
Los March, Roig, Ortega, Jove, Koplowitz, Del Pino y demás apellidos ilustres de nuestro país están muy tranquilos pese a la 'resurrección' del Impuesto sobre el Patrimonio que obrará hoy el Consejo de Ministros. La razón es que el Gobierno no se ha atrevido a meter mano al 'agujero' por el que las mayores fortunas no pagaban este impuesto hasta 2008, ni lo pagarán en 2011, por la mayor parte de sus posesiones, según fuentes conocedoras del Real Decreto que se aprobará hoy.
Es lo que se conoce como la "exención de la empresa familiar", que consiste en las participaciones superiores al 5% en el capital de una sociedad. En teoría, este beneficio persigue que, si una persona tiene el grueso de su patrimonio invertido en su empresa, y si ésta se dedica a una actividad productiva, no esté sometido a gravamen para no interferir en dicha actividad. Se supone que ésta ya para el Impuesto de Sociedades si tiene beneficios.