sábado, noviembre 05, 2011

PARECE que se está poniendo de moda acabar con terroristas a bombazos:
Alfonso Cano, líder máximo de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el grupo guerrillero más antiguo de Latinoamérica, fue abatido por el Ejército colombiano el viernes por la tarde. Con su baja, la cúpula de la organización insurrecta queda descabezada: Pedro Antonio Marín, alias Tirofijo o Manuel Marulanda, falleció de muerte natural en la profundidad de la selva, y Jorge Briceño, Mono Jojoy, también fue abatido en un bombardeo a su guarida.
Pero mientras no los encierren en Guantánamo con tres comidas al día y se limiten a reventarlos, no hay demasiado problema para los defensores del derecho a un juicio justo...

ACTUALIZACIÓN. Hablando de esta moda, parece que la CIA finalmente tendrá el gatillo menos fácil. No tanto por los 'malos', lógicamente, sino por las víctimas colaterales.