jueves, diciembre 29, 2011

EL FRIKI Cao de Benós, ese impresentable que presume de ser el único extranjero en la "corte" de Corea del Norte, ¿un bluff?
Como casi todo en el paraíso proletario de los Kim, tampoco Cao de Benós es lo que parece. Tan buena es su información de lo que ocurre en el país que cuando este periódico publicó en septiembre de 2010 que el joven Kim Jong-un sucedería a su padre, “el embajador” no solo negó el cambio, sino la existencia del hijo del Querido Líder. Decía en una carta de protesta: “Kim Jong-un es un total desconocido tanto para la población como las autoridades de la RPD de Corea. En 18 años de trabajo, jamás he visto su foto o leído un libro sobre él. Si existiera, nunca sería aceptado por el pueblo o el ejército”.
El revolucionario de Tarragona parece haber cambiado de parecer. El heredero no solo existe, sino que ahora es el líder que necesita la patria. ¿Es posible que el representante norcoreano tenga un acceso nulo a la cúpula de poder en Pyongyang más allá de funcionarios de segunda fila? La realidad es que su cargo honorario carece de funciones ejecutivas y su verdadera ocupación se aproxima más a la de agente de viajes. Su Asociación de Amistad con Corea (KFA) se ofrece a llevarle a Corea del Norte a cambio de 2.400 euros. La página web incluye una tienda con recuerdos a módicos precios: DVD de la propaganda norcoreana a 25 euros, camisetas a 23 euros y tazas de café a 13 euros. “Se aceptan pedidos por teléfono”, se advierte.   
Uno no tiene nada en contra de que el señor Cao de Benós comercie para ganarse la vida, incluso mientras denuncia el capitalismo degenerado de Occidente, pero encuentra detestable que lo haga a costa de un pueblo que vive sometido a la más brutal dictadura de nuestro tiempo. Su respuesta a los periodistas que han criticado a Corea del Norte estos días ha sido sistemáticamente “usted no ha estado allí”, obviando que tampoco les habrían dejado entrar. A los que sí hemos estado prefiere no atendernos.
Como bien dice David Jiménez, lo peor de todo no es él (que también), sino que todos los medios de comunicación papanatas (perdón por la redundancia) le estén dando eco de forma casi acrítica.

ACTUALIZACIÓN. Aunque hay que reconocer que ayer algo de caña sí le dieron ayer en La Sexta; no lo había visto.