ESTO ES una verdadera vergüenza:
¿Qué tienen en común los bonos basura y el fraude de los ERE? Por descabellado que parezca, existe una sólida conexión. Parte del fondo de 647 millones que la Junta andaluza destinó a los prejubilados de empresas en crisis terminó invertido en el ladrillo de países tan dispares como Rumanía, Brasil y República Dominicana. “Fue una estafa piramidal de libro”, ilustran fuentes de la investigación. Y si no lo remedian los tribunales, ese capital público se habrá perdido para siempre.
El Gobierno autónomo pagó a las aseguradoras la prima de ciertos ERE (expedientes de regulación de empleo) al contado. Ese capital para abonar las pólizas de los prejubilados en cómodas mensualidades durante 15 años, se invirtió a menudo en deuda pública. Pero hubo compañías como Fortia Vida y Apra Leven que arriesgaron y decidieron lanzarse a por el alto interés que daban los bonos basura de promociones inmobiliarias en países del extranjero con nula fiabilidad.
Y tras desencadenarse la crisis mundial, con la misma facilidad con la que se apostó, se perdió. Hoy, los fondos previstos para esas prejubilaciones se han esfumado y el Ejecutivo andaluz ha asumido esos costes (es decir, paga lo mismo por segunda vez). La deuda con las aseguradoras hoy día supera los 300 millones y aumenta cada día. Pero la Junta quiere evitar a toda costa las manifestaciones de obreros en la precampaña de las elecciones autonómicas.
Tendrían que rodar cabezas.
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