miércoles, enero 25, 2012

PILAR RAHOLA:

Un influyente socialista, apasionado seguidor de Carme Chacón, me decía que la ex ministra es la oportunidad histórica de que el PSOE sea gobernado por una mujer y catalana. Es decir, cambio histórico, apuesta catalana, las mujeres al poder y el resto de la retórica previsible. Todo tan bonito que sería, si fuera verdad. Pero sinceramente no creo que Chacón sea el cambio de nada, sino la continuidad, en versión femenina, del zapaterismo vacío e insulso que ha gobernado el partido los últimos años. Sobra decir que Rubalcaba tampoco es ninguna novedad, sino al contrario, pero entre el malo y la peor, Rubalcaba muestra una solvencia política e intelectual fuera de duda y, sobre todo, fuera del alcance de la insigne "Mande firmes". Y como ya hemos superado los tiempos en los que ser mujer era un valor político intrínseco, lo que queda no es un candidato con faldas, sino una opción posmoderna nacida bajo el cobijo de la enorme frivolidad ideológica que significó el buenismo zapateril. Chacón es una surfera de las ideas, tan vistosa y efectista, como vacía de contenido. De hecho, es la versión más precisa del pensamiento débil. De manera que ya se lo montarán los socialistas, pero tienen un problema entre ambas opciones: uno es la pesadez de las esencias del pasado, y la otra es la futilidad del presente. Es decir, o submarinismo hasta las cuevas jurásicas o surfing por las olas de la Barceloneta. No parece una maravilla de horizonte.