martes, marzo 13, 2012

MARÍA BLANCO: la huelga conservadora del 29-M. Leedlo entero.

Últimamente oigo muchas voces diciendo que vale, que los sindicatos no siempre aciertan, pero que se está aprovechando para montar una campaña para deslegitimar a los sindicatos, que son un elemento fundamental en un estado. Aparte de que eso supone blindarlos de algo a lo que todos estamos sometidos --la crítica-- eso olvida que hay una manera con la que los sindicatos recuperarían esa legitimidad, esa credibilidad perdida, en un abrir y cerrar de ojos. Así, de la noche a la mañana. Simplemente deberían anunciar que a partir de ya mismo renuncian a toda subvención, que van a financiarse exclusivamente de las cuotas de sus afiliados (y habrían de competir entre ellos haciendo propuestas más atractivas que sus 'colegas', lo que redundaría en su utilidad social), y que van a pagar el sueldo de los liberados sindicales. Dejarían de ser vistos como entidades que sólo buscan fijar su propio poder, muñir la teta del dinero público, y colocar a unos cuantos para que cobren prácticamente sin trabajar más que cuando hay huelgas y conflictos (todo un incentivo para que los haya).

Lo digo en serio: imaginad la fuerza moral que tendrían.