SOSTRES:
A un rey se le puede cortar el cuello pero no se le pueden discutir las cacerías. Puedes preferir la república, pero no una monarquía de Seat Ibiza y menú de mediodía.No le falta razón. Yo me considero "republicano no antimonárquico" y, chistes aparte, la verdad que es el vuelo de las críticas está siendo bastante gallináceo.
[...] Gracias a la cacería de don Juan Carlos media España podrá decir mañana en el bar o en la oficina que la culpa de todo lo que les ocurre es del despilfarro de la monarquía; y pronto saldrán petardísimas comparaciones y metáforas que pondrán en relación el cadáver del elefante que sale en la fotografía con la reforma del mercado laboral o la subida del metro de Madrid.
Ya tenemos una excusa más para aplazar la autocrítica, para continuar quejándonos de quién sabe qué, para reírnos del Rey y de su percance mientras son nuestras vidas de vacío moral, ninguna tensión y toda la holgazanería las que mueven a la más trágica de las risas.
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