LO DE JAVIER KRAHE es algo que clama al cielo, y ya dije en su momento lo que pensaba del tema. Pero debe estarse en contra por sí mismo, por la defensa de la libertad de expresión en sí misma, no haciendo analogías supuestamente ingeniosas como esta:
Si lo de Krahe ocurriera en Egipto y la religión presuntamente ofendida fuera el Islam, es probable que los mismos sectores que aquí se escandalizan ante el ejercicio de la libertad de expresión del cantautor condenaran de allí el fundamentalismo intrínseco en la acusación.¿Y qué tiene de malo el argumento?, posiblemente penséis. Muy sencillo: pues que si hubiese ocurrido en Egipto a Krahe no lo estarían juzgando para imponerle una multa; sería para condenarlo a muerte, si es que no habría sido ya degollado por una turba antes del juicio.
ACTUALIZACIÓN. Santi González tiene más sobre el tema.
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