lunes, julio 02, 2012

ROGER SENSERRICH explica por qué los políticos son siempre malos banqueros:
El sonoro, soberbio petardazo que ha pegado el sistema de cajas de ahorros de nuestro país debería ser una señal bastante clara que los políticos, en general, son unos banqueros espantosos. Eso no ha impedido que un buen puñado de comentaristas de izquierda haya sacado como conclusión principal a esta crisis que la banca privada es el origen de todos los males, la especulación financiera ha destruído el mundo y lo mejor que podemos hacer, si queremos evitar problemas, es crear un sistema de banca pública enorme que nos salve a todos.

Para empezar, no voy a negar que la banca privada (y la espantosa regulación en algunos países) tienen mucho que ver con el origen de la crisis. Wall Street en los años pre-crisis era un casino lleno de cleptómanos jugando con dinero ajeno, y la banca francesa y alemana se pasaron toda la década sin ver un crédito que no se atrevieran a conceder. Ser una entidad financiera privada no ofrece ninguna garantía que no vayas a saltar por los aires. Lo que debemos recordar, sin embargo, es que darle a los políticos el control de los bancos es una idea mucho peor.
Seguid leyendo para saber por qué.