LA DONACIÓN de Amancio Ortega a Cáritas no demuestra el fracaso del Estado del Bienestar, como afirma El País. Lo que hace es dejar evidente que existe una alternativa voluntaria a éste. Una alternativa más eficiente, porque tiene menos costes de transacción, y en la que el destino concreto de lo donado se alinea directamente con el deseo del donante, lo que no ocurre en el caso de los impuestos.
Un ejemplo para que lo entiendan los progres: cuando pagáis impuestos no podéis controlar si van a ir al ministerio de Defensa para pagar armamento, o a TVE para que manipulen a favor del gobierno del PP. En cambio, sí podéis decidir donar una cantidad a Greenpeace o a cualquier ONG que vele por la Humanidad.
¿A qué la idea ya os convence algo más?
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