LO PRIVADO FUNCIONA, también en la sanidad:
[C]abe preguntarse si, siguiendo el argumento de la esencialidad, otros bienes imprescindibles como son la comida o la vestimenta y el calzado no deberían también estatalizarse. Así, si seguimos el razonamiento, habría que reclamar una restauración pública y de calidad madrileña o lanzar proclamas reivindicativas del tipo “el calzado no se vende, se defiende”. A fin de cuentas, ¿por qué han de lucrarse los dueños de bares y restaurantes, o de zapaterías y tiendas de moda con necesidades tan básicas o más que la salud?Leedlo entero.
Evidentemente, nadie reclama eso porque el mercado ya ha demostrado que es capaz de proporcionar esos bienes en cantidad y calidad suficientes. Y que los restaurantes sean privados no implica necesariamente que sólo haya para ricos o que la comida que sirven en los sitios de menú sea necesariamente mala. Los que no atienden adecuadamente a su clientela, sean restaurantes de lujo de plato cuadrado, como los llama un amigo, o locales de carretera, terminan cerrando gracias a la disciplina que impone la competencia y el juicio implacable del consumidor. ¿Por qué no habría de ser parecido con una sanidad privada? Piénsenlo.
ACTUALIZACIÓN. Había olvidado el link; añadido.
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