martes, marzo 05, 2013

EL ORIGEN DEL BIKINI:

Y no hablamos de la diminuta versión de bañador que inventó el ingeniero francés (cómo no) Louis Réard y popularizó Brigitte Bardot para escándalo de biempensantes y alegría de lujuriosos. No; la combinación mínima de bañador capaz de cubrir (apenas) las partes pudendas de una mujer tiene raíces antiguas, y antecedentes incluso en la época clásica. El vendedor de lencería que relanzó el modelo en el año 1946 no llevó a cabo una gran innovación en cuanto a confección o a moda. Pero sí en cuanto al márketing, al ponerle el nombre. Pues para superar al imaginativo ‘Atome’ con el que un competidor había bautizado a su propio bañador mini de dos piezas, Réard escogió un nombre evocador que acabó por imponerse: Bikini. Inspirado en el nombre de un lejanísimo lugar: el Atolón de Bikini, en el Pacífico sur. Y es que en aquel año de 1946 todo el mundo estaba loco por lo atómico. Y ese verano el ejército estadounidense llevó a cabo en Bikini una serie de pruebas nucleares, para comprender mejor el arma con el que acababan de derrotar a Japón. Réard pensaba, correctamente, que su diminuto dos piezas causaría en el público un efecto semejante al de las armas atómicas en el atolón. Y acertó, hasta el punto de que ninguna modelo aceptó posar con semejante indecencia, y Réard tuvo que contratar a una bailarina desnudista del Casino de París. Pero mientras el traje de baño penetraba en la moda playera mundial, ¿qué había pasado en Bikini?

Leedlo entero.