NO, SI AHORA RESULTARÁ que la culpa de los disturbios en Estocolmo es del fin del paraíso socialdemócrata sueco, modelo para todo biempensante desde los años 70. Esa al menos parece ser la tesis de un --habitualmente-- confuso artículo de José Antich, director de La Vanguardia.
Claro que en el mismo artículo habla del precedente de las banlieues francesas, que es el típico ejemplo de estado del bienestar hipertrofiado. y que por lo tanto va en contra de la tesis del artículo. Y no habla de otro contraejemplo que también le desmonta la teoría: el lugar donde el estado del bienestar se supone que no existe para nada, en EE.UU. --ese lugar donde impera el ultraneoliberalismosalvaje y en el que los pobres mueren a la puerta de los hospitales porque no tienen dinero para pagar los tratamientos-- las revueltas étnicas protagonizadas por inmigrantes son virtualmente inéditas (existen periódicos estallidos en la comunidad negra, y hubo algún conato en la comunidad musulmana de Dearborn, Michigan, pero quedó en nada). En pocos países del mundo los inmigrantes de cultura musulmana están tan integrados como allí. De hecho es por ello por lo que el atentado de Boston ha sacudido los cimientos de la sociedad norteamericana: porque eran dos inmigrantes musulmanes que se suponía estaban integrándose, entre otras cosas gracias a los servicios de welfare que les apoyaban y pagaban un subsidio.
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