TRAS JURAR durante semanas que la NSA no tiene ningún programa de espionaje de las comunicaciones de ciudadanos estadounidenses, y que cualquier caso en el que haya podido ocurrir ha sido por un error, resulta que ahora ha trascendido que, en 2011, Obama pidió al tribunal que supervisa a la agencia de espionaje que se levantaran las barreras que impedían espiar a ciudadanos del país.
Y sí, hay quejas al respecto, pero nada comparadas con lo que pasaba en casos menos graves con Bush...
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