SÍ, YA SÉ que os recomendé las ofertas de Viernes Negro ayer (¡por cierto, la tienda sigue abierta!), más que nada para que os pudiéseis aprovechar de los buenos precios, pero —consideraciones sobre lo malo que es Walmart y el consumismo aparte— estoy de acuerdo con Alana Moceri sobre la memez de importarlo a España.
En EEUU tiene sentido porque como el Día de Acción de Gracias cae en un día fijo (el último jueves de Noviembre) es uno de las pocas ocasiones en que los estadounidenses hacen puente, y al ser justo antes de Navidad se pone en marcha la campaña de ventas (recordad que la leyenda dice que se llama Viernes Negro porque es el día en que los comerciantes pasan de números rojos a negros, el beneficio lo hacen en el último mes del año). Es un día en que las tiendas abren muy pronto, de madrugada, incluso el día anterior en plena fiesta, y lo empiezan con descuentos altos que van bajando a medida que transcurren las horas. Pero aún así, en la mayoría de productos los precios suelen estar rebajados durante toda la campaña navideña.
Aquí hacer el Viernes Negro el mismo día que en EEUU no tiene ningún sentido, si no es por el epidérmico mimetismo que nos lleva a celebrar Halloween diciendo “truco o trato” (una traducción literal del “trick or treat” que pierde cualquier sentido) o a ir por la calle con el vaso grande de Starbucks mientras andamos por la calle porque lo vemos en las series de TV. Si al menos se hiciese el día 5 de diciembre, justo antes del banderazo oficioso de salida de la campaña navideña en la que se vendieran los productos con rebajas y no al mayor precio posible, tendría un pase. Pero no, lo copiamos tal cual, lo que no deja de ser curioso en un país que sale en todas las encuestas transnacionales como el más antiamericano y no sólo de nuestro entorno, sino comparado con países árabes.
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