LOS QUE COMPARAN los casos de Roman Polanski y de Woody Allen deberían leer, primero, el brutal testimonio de la víctima de Polanski ante un gran jurado (especialmente la página 9 y siguientes). Después, este artículo de Robert Weide que explica cosas del caso de Allen que suele explicarse mal.
No hay nada que me repugne más que los abusos a menores. Y yo no sé si Allen es inocente o no, yo no estaba allí. Pero tampoco estaban todos los que le acusan sin el menor género de dudas. Lo que sí sé es que su caso no tiene nada que ver con el de Polanski (salvo el perfil de la posible víctima, una niña menor de edad en ambos caos), y que hay dudas más que razonables sobre la credibilidad de la acusación y las circunstancias en que ésta fue formulada: un agrio proceso de divorcio inamistoso. No voy a explicarlo todo aquí, simplemente os recomiendo que leáis el artículo entero (aunque sea largo) y con atención antes de echar a alguien a los leones por una sospecha por escabrosa que ésta sea.
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