lunes, marzo 03, 2014

EL PAÍS: diario que ilustra el peligro de la nueva ley de vigilancia privada con dos casos en los que los vigilantes no son culpables de nada, como dice el propio texto... después de un título y un subtítulo que dan a entender que sí lo eran. Pero para darse cuenta hay que bucear bastante abajo en el artículo.

Uno de los dos casos es reciente, en el que se demostró que no era cierta la versión de los supuestamente agredidos --uno de ellos recibió un tiro, pero por lo que dice el artículo accidental. El otro es antiguo, en el que la persona murió de un derrame cerebral.