LLUÍS ORRIOLS: “Escuchar al enemigo; Cuando vea en su periódico un artículo que no coincide con lo que piensa resista la tentación de pasar página. Lea con interés al enemigo, le ayudará a ser mejor ciudadano.”
El corolario sería, en la línea de lo que decía Jon Lovett el otro día, que tenemos que dejar de pedir —con o sin petición— al enemigo que se calle, por estúpido que sea lo que esté diciendo, o al final tendremos un debate público menos vivo que una acelga hervida.
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