GRANDES MOMENTOS DE LA BUROCRACIA PATRIA: Ibiza tenía en nómina a un 'fantasma' desde hace más de un cuarto de siglo: Una vecina cobró 420.000 euros sin contrato ni nada que acreditara su labor, Su función era 'cotillear' sobre los vecinos del conflictivo barrio de sa Penya; La alcaldesa le pagaba 2.000 euros al mes porque pensaba que era funcionaria.
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